Lejos de ser un acto voluntario, las adicciones se consideran un trastorno mental por los procesos neurobiólogos que desencadenan en las personas. Superarlas, por tanto, no es solo cuestión de deseo, sino que es necesaria la mediación de un profesional cualificado que determine las estrategias personalizadas que se adecúen mejor a cada paciente.
Algunas, como la adicción al sexo, al juego o a los dispositivos móviles pueden pasar desapercibidas por la mayoría. Detectarlas a tiempo es importante para reducir el impacto de un tratamiento prolongado.
Estadísticas de adicciones en España
Según el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), las adicciones más comunes en el país son las legales (tabaco y alcohol), seguidas por el consumo de cannabis e hipnosedantes (sean estos recetados o no).
Aunque la adicción puede empezar a cualquier edad, el organismo estima que el inicio suele estar entre los 14 y 16 años.
La ingesta de alcohol y tabaco ha mantenido un índice creciente desde los años 90, aumentando el porcentaje de jóvenes y adultos que año tras año convierten su consumo en un hábito.
Los resultados del informe de 2018 de la OEDA, por ejemplo, determinaron que aproximadamente 205.600 estudiantes entre 14 y 18 años normalizaron la ingesta de tabaco como parte de su rutina. Muchos de estos están concentrados en la capital, de manera que encontrar un tratamiento adicciones Madrid será una prioridad los próximos años.
Estas 2 sustancias son también las de más fácil acceso en las tiendas, por lo que las posibilidades de una adicción a largo plazo son más latentes. Al margen de las dependencias tradicionales, también se suman otras relacionadas con las nuevas tecnologías: el juego online y la adicción a los móviles.
En el primer caso, y considerando el informe Adicciones comportamentales del 2019, el 60% de los españoles con una edad comprendida entre los 15 y los 65 años afirma haber utilizado dinero al jugar. También estiman que el 3% de la población pudo haber hecho un uso patológico de Internet los últimos años, incentivado por el fácil acceso a través de dispositivos como móviles y tablets.
La evolución de un consumo controlado a la adicción siempre está delimitada por una delgada línea que quien la sobrepasa no siempre es consciente de ella. Es por esta razón que el apoyo de un profesional condiciona en gran medida una pronta recuperación y la superación de los hábitos patológicos.
¿De verdad necesito la ayuda de un profesional?
El primer paso para superar cualquier adicción es identificar que se padece de una. Debido al espiral al que los adictos están expuestos, la asimilación de esta realidad está vedada debido a diferentes motivos. Un profesional no solo es de ayuda para internalizar este hecho, sino también para buscar la mejor manera de solucionarlo.
Todo tratamiento para superar una adicción debe ser personalizado. No todas las personas desarrollan un comportamiento patológico por la misma razón, de igual modo que no todas les es más fácil sobreponerse con la misma facilidad.
El especialista cuenta con la experiencia, la formación y la empatía adecuada para hacer frente a cada cuadro adictivo, explorando principios de la Psicología que determinan la ruta más segura para hacer frente al problema.
Entre otras cosas, un profesional puede contribuir a lo siguiente:
- Comunicación: romper la barrera que los aísla de la realidad, convertir la negación en aceptación, conocer las repercusiones negativas de la adicción y explorar la experiencia de otros pacientes son solo algunas cosas que se consiguen con la comunicación. Esta es clave para una recuperación exitosa. Aunque exista la voluntad, de poco servirá si este principio es nulo.
- Descubrir fortalezas y debilidades: de la misma manera que un adicto tiene debilidades, también cuenta con fortalezas. Ambas forman una cara de la misma moneda que hay que asimilar desde el principio. La terapia ayuda a identificarlas, y usarlas en todo momento a favor.
- Implementar la estrategia adecuada: siendo las debilidades y fortalezas distintas en cada caso, así como el detonante psicológico de la adicción, la estrategia será diferente. Aunque la voluntad siempre estará de por medio, el verdadero éxito de una terapia de recuperación está en utilizar la estrategia adecuada.
- Conseguir la inserción en la sociedad: la finalidad de todo tratamiento es conseguir un ciudadano funcional, operativo y que pueda sobrellevar sin obstáculos la inserción en la sociedad. Al final, el alcohol, el tabaco, el sexo o el juego siempre van a estar ahí. El cómo se controlan los impulsos y se sustituyen por un comportamiento racional es clave en el día a día.
Un hecho que todos los adictos deben asimilar desde el comienzo es que el proceso no terminará en semanas o meses. El fantasma de las recaídas siempre está presente, aun cuando transcurran años de la primera cita con el profesional. La recuperación se hará día por día, sobre todo cuando se ha llegado a estados avanzados de dependencia.