Estar embarazada es una experiencia única y maravillosa; siempre y cuando sea planificado y deseado por la pareja. No obstante, involucra una gran responsabilidad, pues son dos vidas que debes cuidar durante la etapa de gestación; y ello determinara el adecuado desarrollo y crecimiento de tu bebé. Por lo que un control prenatal es de suma importancia, veamos por qué.
El cuerpo experimenta una serie de cambios y acomodaciones, para anidar durante 9 meses el fruto de la concepción; y para monitorear que todo este proceso se dé lo mejor posible. Está la atención o control prenatal, que comprende todas aquellas actividades o acciones brindadas a la mujer embarazada para que su gestación llegue a feliz término.
Dicho control prenatal, se debe iniciar desde el momento que se empieza el embarazo; estas son consultas regulares que incluyen la realización de estudios, ecografías y exámenes de control periódicos. La primera consulta, es primordial; ya que se realiza la historia clínica con sus antecedentes familiares y del embarazo, valoración física y se indican los suplementos vitamínicos; así como los primeros exámenes para su control.
Las consultas de control prenatal tienen una frecuencia de un mes a mes y medio desde el primer mes; y hasta el séptimo mes de embarazo (28 semanas), luego cada dos o tres semanas durante el octavo mes (de las 28 hasta las 36 semanas). Y en el noveno mes deberían ser semanales hasta que se de el parto (desde las 37 semanas al nacimiento). Claro, esto en condiciones de riesgo menor; por el contrario si hay alto riesgo durante el embarazo, ya serían más seguidos, de acuerdo a lo que considere el especialista
Cómo funciona la atención prenatal
Lo ideal es que una vez que sepas de tu embarazo acudas al centro de salud para dar inicio al proceso; generalmente es entre la semana 6 y 12 de gestación; donde el médico plasmará en la historia los datos actuales del embarazo; calculará el tiempo de gestación y la fecha probable del parto, entre otros datos.
Aquí tanto el doctor como el personal de enfermería y nutricionista brindan orientaciones a la madre sobre la importancia de llevar una alimentación balanceada y nutritiva; el daño que causa el cigarrillo y alcohol durante esta etapa, recibe los suplementos de hierro, calcio y ácido fólico; y se inicia además el esquema de vacunas para embarazadas.
Recuerda que en las primeras semanas se pueden tomar las previsiones ante cualquier inconveniente detectado; a fin de favorecer las condiciones de la madre y del futuro bebé; programándose las siguientes consultas. A partir de la semana 12 y hasta la 24, se da el segundo trimestre, donde sigue la valoración ecográfica, ya pudiera saberse el sexo del bebé, se indican laboratorios para descartar la diabetes gestacional, infecciones urinarias; y se chequea igualmente la presión arterial y peso de la madre. Así como, la actividad y desarrollo fetal y/o alguna alteración genética que pudiera padecer.
Y en el último trimestre, el examen físico va dirigido a valorar si hay retención de líquido en la madre, si el peso y presión arterial están adecuados; al igual que la actividad y posición del feto. Se realizan los exámenes serológicos, del grupo sanguíneo y el cultivo vaginal.
Otros aspectos de importancia en el control prenatal
Algo de vital importancia en esta fase, es que los padres estén vinculados con el proceso del parto, o en caso de que sea cesárea; bien por necesidad o electiva de la madre. Deben estar relajados y dispuestos a recibir el fruto de su amor.
La orientación sobre la lactancia materna inmediata y los primeros cuidados del bebé también son relevantes. Por supuesto, tener todos tus estudios realizados e identificación personal a la mano para cuando llegue el gran día.