Hacer que una marca o producto se posicione positivamente en el gusto del público puede ser un trabajo bastante difícil, por lo que siempre hay que buscar la manera de innovar, con nuevas técnicas y estrategias para tratar de captar su atención. Una de las más efectivas opciones es utilizar la música que acompañe a un buen vídeo para lograr resultados maravillosos.
Las canciones para videos generan una magia especial en toda producción audiovisual, de forma que puede causar en las personas diversos efectos, y eso es precisamente lo que se aprovecha de la música.
Cuando se elige correctamente, puede convertirse en el gancho que necesita tu producto para catapultarse a los primeros lugares de preferencia entre el público objetivo. De hecho, muchas de las grandes marcas que hay en el mercado deben su éxito a la buena selección que hacen de la música que utilizan, con la que algunos se convierten en grandes éxitos mundiales.
¿Cómo elegir la mejor música?
Para escoger esa pieza musical que pueda impulsar tu negocio a mejores niveles, debes tener en cuenta algunos importantes aspectos:
Considerar la función de la música en el proyecto audiovisual: todo dependerá de lo que se quiera transmitir y qué función debe cumplir la música en la producción, es decir, si la música será protagonista, o si solo será acompañante de fondo, si en sí lleva algún mensaje cantado, o si simplemente basta con una pieza instrumental. Son muchos los factores que se deben revisar.
Presupuesto: siempre es importante utilizar música de gran calidad, porque si no, los resultados no serán los mejores. Se puede descargar música gratuita de internet en varias plataformas especializadas, también pagando los derechos de autor, o al contratar un compositor para crear producciones originales y propias. De las opciones que se elijan, dependerán los recursos que se tengan que invertir.
Adaptar la música con la audiencia: es sumamente importante saber a quiénes va dirigido el vídeo y su música, porque de ello dependerá el estilo y el mensaje que se utilice. El género elegido será esencial, debe ajustarse a la audiencia sin romper los esquemas de la producción, ni el mensaje; es decir, si el público es joven se debe tratar de adaptar la pieza musical a su gusto, pero si se trata de madres mayores con hijos, obviamente debe usarse otro tipo de música.
Hay muchos géneros musicales: entre los que se pueden mencionar música ambiental, corporativa, clásica, country, drum & bass, épica, electrónica, house, infantil, folk, funk, grooves, soul, hip-hop, jazz, pop, rock, experimental, folclórica, entre tantos más.
Elegir tono y ritmo: dependiendo de la situación presentada y de lo que se quiera transmitir, así se deberá escoger el tono de las canciones. Si se busca dar un ambiente triste, las canciones suaves son ideales; pero si lo que se quiere es comunicar alegría, entonces los ritmos movidos harán su parte.
Elegir la canción correcta: con la canción ideal, que tenga el ritmo y tono adecuado, y que además si se va a ser cantada, tenga la letra perfecta que respalde lo que se está presentando, con todo eso se podrá obtener un excelente resultado.
Coordinar perfectamente audio e imagen: todo debe estar perfectamente sincronizado, que la música respalde lo que se ve, que transmita esa emoción que se busca dar en el momento exacto que lo hace la imagen. Un buen editor es esencial en esta fase de la producción.
Entonces, no dejes de usar esta extraordinaria herramienta, que seguro pondrá tu marca o producto en valor, en menos tiempo del que imaginas. Solo elige la música adecuada y apóyate en una buena producción, deja que la excelencia haga el resto.