LA HAYA (BLOOMBERG) – El gobierno de Mark Rutte colapsó a principios de este mes en medio de un escándalo, pero el primer ministro holandés interino, alentado por la respuesta de su gobierno Covid-19, está a punto de reasumir el cargo de primer ministro después de una votación en marzo.
Una nueva encuesta del miércoles (27 de enero) mostró que se espera que el Partido Popular por la Libertad y la Democracia de Rutte gane 42 escaños en la Cámara Baja del Parlamento, con 150 escaños, el 17 de marzo, según la firma de investigación I&O Research.
El segundo partido más popular en la encuesta, el Partido de la Libertad de Geert Wilders, tendría 19 escaños.
Al igual que el resto de Europa, los Países Bajos están luchando para hacer frente a la crisis sanitaria, registrando más de 950.000 casos de Covid-19 y 13.686 muertes.
Y a pesar de los disturbios generalizados después de un nuevo toque de queda destinado a contener la pandemia, Rutte generalmente recibió la aprobación popular por su respuesta a la pandemia.
“La crisis de la corona actúa como una capa protectora”, dijo Peter Kanne, consultor senior de I&O Research, en una entrevista.
Añadió que en momentos de estrés, la gente tiende a reunirse alrededor de la bandera, y muchos en los Países Bajos ven al Sr. Rutte como la mejor persona para lidiar con la situación.
‘Sexto sentido’
La coalición de Rutte colapsó a principios de este mes debido a un escándalo en el que miles de padres que solicitaron pagos por cuidado de niños fueron acusados falsamente de hacer reclamos fraudulentos.
Rutte permanecerá interino hasta la votación y dijo que el colapso de la coalición no restringirá los esfuerzos para combatir la pandemia de Covid-19.
“Sin la crisis, el escándalo de los subsidios para el cuidado de niños habría dolido más”, dijo Kanne, y agregó que Rutte siempre encuentra la manera de manejar situaciones difíciles.
“Tiene un sexto sentido de saber cómo comportarse en momentos cruciales y cuándo cambiar de rumbo”.
Es poco probable que Rutte forme un gobierno con el Partido por la Libertad, nacionalista y antiinmigrante, lo que significa que se necesitarían cuatro o cinco partidos y meses de negociaciones para formar una coalición de gobierno.