En la tarde del miércoles 14 tiene lugar en Londres la primera gran ceremonia tras la muerte de la reina Isabel II. Su féretro será trasladado en un carruaje desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall, con puntualidad británica: la procesión tendrá lugar entre las 14:22 y las 15:00 horas (10:22 y 11:00 GMT).
El rey Carlos III acompañará a pie la procesión, durante un recorrido de poco más de un kilómetro. El nuevo monarca estará flanqueado por sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry, así como por sus tres hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo.
La reina consorte Camilla y las esposas de sus hijos, Kate Middleton y Meghan Markle, seguirán la procesión en automóvil.
En Hyde Park, al lado de Westminister Hall, habrá un cañonazo por minuto. La dirección del aeropuerto de Heathrow anunció la cancelación o el aplazamiento de los vuelos entre las 13.50 y las 15.40 horas (9.50 y 11.40 horas GMT) para garantizar el silencio durante la ceremonia.
Cuando el ataúd llegue a Westminster, el actual arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la comunidad anglicana, realizará un servicio de 20 minutos y la familia real regresará al Palacio de Buckingham.
A las 5 de la tarde se abrirán las puertas de Westminster Hall al público, que podrá caminar alrededor del féretro. El velorio se podrá realizar de día y de noche, hasta las 6:30 horas del lunes 19, día de la misa fúnebre en la Abadía de Westminster y del entierro en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres.
El público verá el ataúd cerrado, envuelto en la bandera real, sobre una plataforma custodiada por guardias. Se espera, como de costumbre, que la corona de la reina esté encima del ataúd, la que heredará Camila.
La policía de Londres dijo que las colas ya superaban los 15 kilómetros y que la espera para presentar sus respetos a la fallecida Isabel II podría llevar más de 30 horas.