A pesar de que mucha gente tiene la imagen de que las personas que practican este tipo de juegos sexuales pueden llegar a padecer un problema psicológico, muchos estudios han acabado demostrando completamente lo contrario. Uno de los más destacados fue el publicado en el la revista ‘The Journal of Sexual Magazine’ donde se señalaba que las personas que practican el BDSM tienen la característica de ser más abiertas de mente a nuevas experiencias a parte de tener una personalidad mucho más extrovertida. A parte que también se demostró que acostumbraban a ser personas a las cuales no les importaba ser rechazadas por la sociedad y que en su gran mayoría gozaban de un equilibrio emocional.
Pero a pesar de que estas practicas tienen su parte positiva, nunca debemos realizarlas sin tener un conocimiento apropiado de ellas. Siempre debemos acercarnos a estas sin llegarnos a causar daño a nosotros a nuestra pareja. Por ello, antes de jugar a ello debemos documentarnos y asesorarnos para poder disfrutar de pleno con esta temática tan erótica.
Como referencia debemos recordar que el término sadomasoquismo viene, como es obvio, de las palabras sadismo y masoquismo. Este concepto fue acuñado por el famoso filósofo y escritor del siglo XVIII Marqués de Sade que utilizó la palabra en muchas de sus obras. El sadomasoquismo es utilizado para dirigirse a las personas que tienen una patología que les hace sentirse excitadas cuando alguien ejerce la dominación, la violencia o la agresión durante las practicas sexuales. A parte, muchos de los individuos tienen la necesidad de sentirse humilladas o de adoptar una actitud sumisa o de recibir dolor para conseguir llegar a un máximo placer. Aunque es obvio, hay una línea muy fina entre la práctica de este juego por diversión y otra cuando se trata de una patología que debe tratarse. Pero debemos diferenciar la afición de una conducta sexual sana y gratificante de la enfermedad, que es cuando dependes del sadomasoquismo para obtener el placer.
¿Cuáles son los mitos del BDSM?
Esta práctica sexual es a la vez que una de las más desconocidas, una de las que está más mal vistas. Pero todo ello recae en la ignorancia que tiene la mayoría de la población respecto a esta temática. Los interrogantes que rodean esta afición en la cama son múltiples y muchos lo asocian a una práctica casi oscura.
Uno de los mitos que más rodea estos juegos sexuales es que la gran mayoría de las personas consideran que aquellos que se mueven dentro de este mundo es porque son gente ‘desviada’. Pero como ya hemos señalado, hay gran magnitud de estudios que indican más bien lo contrario.
A la vez hay muchas voces que creen que el BDSM implica una sumisión completa en todos los aspectos de la vida. En realidad esta práctica se asemeja mucho a los denominados juegos de rol. Es decir durante el juego adquieres unas características concretas de un personaje imaginario. Pero como es de imaginar, estas desaparecen cuando se acaba la diversión.
Por otro lado, hay la creencia de que se trata de una práctica abusiva y destructiva. A la vez, muchos también atribuyen el papel de dominante al hombre. La realidad no es para nada de esta forma, como es de imaginar todos sus practicantes tienen una conciencia plena de lo que hacen y del daño que pueden hacer a su pareja. Además los roles no son asignados en función del sexo sino a partir de las preferencias sexuales de cada uno de los participantes.
Todos estos mitos han evadido a mucha gente de la realidad que conforma el universo del BDSM. Pero como muchas investigaciones indican, estos juegos pueden llegar a ser muy satisfactoria para una vida plena en el aspecto sexual de las personas. Así que este entretenimiento podría tratarse de una buena medicina para la rutina que muchas parejas padecen.
Añadir esta practica en tu vida sexual puede ser toda una estimulación nueva e excitante. Aunque sea por sólo una vez, deberías probarlo. ¡Es una novedosa forma de disfrutar!