De acuerdo a la NASA, el equinoccio de primavera demuestra que el hemisferio norte del planeta comienza a inclinarse lentamente hacia el sol, formando un eje perpendicular con el Ecuador de norte a sur; por lo que existen días más largos y más luz solar. Este fenómeno ocurre dos veces en el año: el 20 o 21 de marzo en el hemisferio norte y el 22 o 23 de septiembre en el hemisferio sur.
Origen de la Palabra Equinoccio
Esta palabra proviene del latín aequinoctĭum, que se traduce “noche igual”. Lo que da la idea de que durante el equinoccio de primavera la noche y el día tienen la misma duración para todos los puntos de la tierra; ya que el Sol se sitúa exactamente en el plano del Ecuador celeste, donde alcanza el cenit o el punto más alto de su elevación sobre el horizonte.
Cuando ocurre este fenómeno los rayos del sol inciden de la misma manera en ambos hemisferios. Este evento astronómico denota el inicio de la primavera; y también permite apreciar al Sol en posición perpendicular con respecto a nosotros. Mientras ocurre el equinoccio de primavera en un hemisferio, en su opuesto ocurre el equinoccio de otoño.
¿Qué sucede en la Tierra Durante el Equinoccio de Primavera?
El equinoccio de primavera influye de diversas maneras en la tierra; por ejemplo, durante ese período hay más minutos de luz solar. El sol se deja ver antes de lo normal por las mañanas y se oculta más tarde todos los días; por lo que se modifica la hora para disfrutar más de la luz solar.
El tiempo durante el cual se conserva este evento es hasta el solsticio de verano, época donde experimentamos el día más largo del año. Cuando ocurre el equinoccio de primavera también se da fin al invierno; por eso los días suelen ser más cálidos; vemos cómo el color verde florece en toda la naturaleza hasta alcanzar el punto máximo en su crecimiento.
Debido a esto, muchas culturas de la antigüedad asociaban la primavera con el renacimiento; y era justamente en esa época cuando celebraban la pascua, utilizando elementos como los huevos y conejos de pascua, asociándolos a la fertilidad. La cultura Maya otorgaba gran significado a la llegada de la primavera; incluso en Chichén Itzá se puede apreciar el templo levantado en honor al Dios Kukulcán (o Serpiente Emplumada); cuyo reflejo del juego de luces y sombras se refiere al fenómeno ocurrido durante el equinoccio.
La Dualidad Luz-Oscuridad del Equinoccio
El equinoccio tiene un significado simbólico en muchas culturas. Actualmente es un evento de vital importancia para decenas de religiones y prácticas. La arquetípica dualidad simbolizada en diversas culturas convierte el equinoccio de primavera en un momento metafórico; donde convergen el bien y mal, la verdad y la mentira, la luz y la oscuridad.
Este último punto se relaciona justamente con el equinoccio de primavera, ya que justo durante este evento la luz empieza a ganar terreno a la oscuridad desde el solsticio de invierno; equilibrándose con las tinieblas, y aumentando hasta el próximo equinoccio.
En el equinoccio de primavera triunfa la luz ante la oscuridad, por ello en este día se realizan rituales sagrados en todo el mundo.
El Equinoccio de Primavera y la Práctica del yoga
El día del equinoccio de primavera, en la práctica del yoga se realiza un ritual conocido como el “saludo al sol” o “Surya Namaskar”; el cual es una manera de honrar la luz que nos ilumina, y la luz interior de cada persona. Esta práctica se lleva a cabo desde hace más de 2 mil años.