BARCELONA (La tarde) – Los partidos separatistas obtuvieron suficientes escaños el domingo (14 de febrero) en el parlamento regional de Cataluña para fortalecer su mayoría, aunque una fuerte exhibición del brazo local de los socialistas gobernantes en España apuntó al diálogo en lugar de la separación con Madrid.
Con más del 99% de los votos contados, los separatistas obtuvieron el 50,9% de los votos, superando el límite del 50% por primera vez. El escenario más probable era que los dos principales partidos separatistas ampliaran su gobierno de coalición.
Sin embargo, es poco probable que el resultado final lleve a una repetición de la caótica y efímera declaración de independencia de España que tuvo lugar en 2017. Las tensiones disminuyeron y la mayoría de los votantes estaban más preocupados por la pandemia del Covid-19 que por la independencia.
La baja participación del 53% en medio de la pandemia, por debajo del 79% en las anteriores elecciones de 2017, puede haber favorecido a los partidos separatistas, cuyos simpatizantes estaban más movilizados.
Los monitores electorales intercambiaron máscaras por trajes protectores de cuerpo entero durante la última hora de votación, la «hora zombi», que estaba reservada para personas con Covid-19 confirmado o sospechoso.
Otras precauciones durante el día incluyeron la temperatura medida a la llegada, gel de manos y entradas y salidas separadas.
El partido separatista de izquierda Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dijo que lideraría el gobierno regional y buscaría el apoyo de otros partidos para un referéndum sobre la independencia.
«El país inicia una nueva era con (los separatistas) superando el 50 por ciento de los votos por primera vez … Tenemos una fuerza inmensa para ganar un referéndum y la república catalana», dijo el jefe regional interino Pere Aragones, quien encabezó su lista de candidatos de partido.
Instó al primer ministro español, Pedro Sánchez, a entablar negociaciones para llegar a un referéndum.
Pero el voto fragmentado, en el que los socialistas obtuvieron el mayor porcentaje de votos, el 23%, y el mismo número de escaños en el ERC, 33 en la asamblea de 135 escaños, significa que también intentarán formar gobierno.
El candidato socialista Salvador Illa, que hasta hace poco lideró la respuesta al coronavirus de España como ministro de Salud, argumentó que había un amplio llamado a la reconciliación en Cataluña después de años de separatismo y dijo que intentaría ganar una mayoría en el Parlamento.
Sin embargo, esto requeriría una alianza poco probable con otras partes.
El partido independentista de centroderecha Junts ganó alrededor de 32 escaños, mientras que el partido separatista de extrema izquierda CUP ganó nueve. Ambos partidos se consideran imprescindibles para llegar a otro gobierno de coalición separatista.
El partido nacionalista de derecha español Vox ganó 11 escaños en el parlamento catalán por primera vez, por delante del Partido Popular, el principal partido conservador de España, y Ciudadanos, de centro derecha. Vox es ya el tercer partido más grande en el parlamento español.
Pero dado que ERC está recibiendo más legisladores que Junts esta vez, esto podría impulsar la estabilidad del gobierno central de España.
El resultado puede verse como una buena noticia para Sánchez, ya que su partido socialista ganó casi el doble de los 17 escaños que ganó en 2017.
ERC proporcionó importantes votos para los socialistas en el parlamento español a cambio de negociaciones sobre el conflicto político catalán.