Comprar sábanas, manteles o servilletas al por mayor, es más rentable, si se hace directamente con la fábrica que los manufactura.
Hay empresas, industrias y servicios que precisan grandes cantidades de elementos textiles para su desarrollo lógico, como sábanas, manteles o servilletas. En este sentido, se aconseja siempre acudir a las fábricas, evitando así intermediarios, lo que proporcionará un trato más cercano y más directo a la hora de dar solución a la adquisición de este tipo de materiales.
Por poner algunos ejemplos, las empresas que se dedican a la sanidad privada, así como los servicios públicos de las administraciones autonómicas, precisan grandes cantidades de sábanas, colchas, mantas, batas, delantales, etc. La adquisición de tal cantidad de textil, por lógica, es más rentable si se trabaja directamente con la empresa que las fabrica.
En este mismo sentido, ocurre con los textiles para hosteleria: los bares, restaurantes, chiringuitos, hoteles y demás, precisan igualmente este tipo de elementos. Además, es posible contar con tejidos de mayor calidad y versatilidad, a la par que resistentes, pues tendrán que someterse de manera habitual a lavados con altas temperaturas y productos de desinfección; también, la estética cuenta.
Por tanto, las fábricas de textiles ofrecen un sinfín de soluciones para este tipo de cuestiones, proporcionando una mantelería completa, así como otras piezas textiles que darán distinción y formarán parte de la calidad del servicio que se le ofrece a los clientes. Muy especialmente en los hoteles, donde la calidad de las sábanas, colchas, fundas y toallas, son de especial interés para la propia etiqueta del servicio que se ofrece.
Estas son las virtudes de acudir al fabricante.
En primer lugar, es muy destacable el hecho de que se pueda hacer una personalizacion textil, es decir, que todas las piezas cuenten con la marca, logo y formen parte del patrimonio de la empresa o entidad, que precisa este tipo de elementos textiles para la ejecución de sus servicios y actividad principal. Por tanto, el cliente o usuario, a través de estos textiles, puede detectar en gran medida la apuesta que se hace por el servicio ofrecido.
Entre las ventajas de que la empresa o administración acuda directamente a la fábrica, para hacerse con los lotes adecuados de productos, están las siguientes:
Asegurar la máxima calidad de la materia prima, porque aquí, la fábrica también se la juega. No obstante, la reposición continua de este tipo de elementos hace que se haya de forjar una relación estrecha entre los servicios de provisión de las empresas y la fábrica textil. Por todo ello, los fabricantes muestran siempre su mejor catálogo de materias primas y acabados de altísima calidad.
Por supuesto, el ahorro de costes. Al no intervenir nadie en el proceso, la fábrica ofrece unos precios mucho más competitivos, que serán todo un revulsivo para la economía de las empresas, entidades y administraciones que precisen de sus servicios. Además, la fabricación en lotes, también favorece este beneficio.
Es evidente que, al mantener una comunicación directa, se acortan los plazos de fabricación y entrega de los productos finales. Eso es una gran ventaja, ya que en caso de necesidad extraordinaria por cualquier circunstancia, será posible contar con el número adecuado de productos que se precisen.
Productos principales de esta industria
Como se ha venido señalando, las industrias textiles ofrecen al mercado todo un catálogo de productos que son susceptibles de ser usados en las empresas, entidades y servicios que precisan de ellos. Pero los más destacados, son las sábanas, colchas, mantas, fundas y toallas para hospitales, residencias de ancianos y hoteles, principalmente.
También, las empresas de hostelería son grandes clientes, con mantelerías, servilletas, fundas para sillas, etc., por lo que sin duda alguna, representa un sector muy unido a la industria textil.
En definitiva, el trato directo con la fábrica ofrece garantías, más cercanía, y también, se abaratan los costes y se agiliza el proceso. Todo ello sin descartar la fidelidad que se genera entre cliente y proveedor, lo que también genera un clima de confianza y solvencia.