El banco central de Zambia ha revelado que está investigando las monedas digitales del banco central (CBDC) y planea implementarlas para fines del cuarto trimestre si los resultados parecen positivos. Esto se produce después de que el gobierno de la República de África Oriental sin salida al mar emitiera advertencias de criptomonedas a principios de año.
Según un informe de Bloomberg, Zambia se ha sumado a la creciente lista de países que investigan las CBDC con el objetivo conjunto de reducir los costos de transacción y aumentar la participación ciudadana en el sistema financiero formal, además de brindar una importante mejora en la trazabilidad.
Jamaica planea lanzar una CBDC a principios de 2022, e incluso la nación australiana Sovereign Yidindji Nation en las selvas tropicales del extremo norte de Queensland ha digitalizado su propia moneda.
Las CBDC avanzan
En un discurso reciente de Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), hay alrededor de 100 países actualmente en alguna etapa de exploración de CBDC, ya sea investigación, prueba o distribución.
Fuimos más allá de las discusiones conceptuales de las CBDC y ahora estamos en la fase de experimentación. Los bancos centrales se están arremangando y familiarizándose con los bits y bytes del dinero digital.
Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI
Georgieva agregó que si las CBDC están bien diseñadas, podrían ofrecer “más resiliencia, más seguridad, mayor disponibilidad y costos más bajos que las formas privadas de dinero digital”.
Los gobiernos quieren CBDC, no criptomonedas
Según Bloomberg, a principios de este mes, el banco central de Zambia dejó en claro que las criptomonedas no son moneda de curso legal y deben usarse “bajo su propio riesgo”.
Muchos países planean reemplazar el dinero fiduciario con CBDC debido a las ventajas que brindan para hacer cumplir la política monetaria. Con la llegada de la moneda digital, muchas más personas podrán participar en el sistema financiero. Sin embargo, en los países del tercer mundo, muchas personas no tienen acceso a dispositivos ni a Internet, lo que dificulta el caso de uso.
Otro de los factores determinantes es que ahora las personas pueden usar más métodos de pago y monedas que nunca. Si los ciudadanos de un país comienzan a preferir otra moneda a la suya, puede tener efectos negativos en esa moneda nativa.