Con la expansión del teléfono móvil y de las redes sociales, suele decirse que la fotografía ha llegado al alcance de prácticamente todas las personas. Pero apretar un botón no es saber hacer una buena fotografía y la telefonía móvil no ha sustituido a los profesionales capaces de crear imágenes de calidad con sus cámaras. En consecuencia, hemos recopilado algunas de las razones por las que sigue mereciendo la pena estudiar fotografía.
Es un arte
Efectivamente, aunque no esté entre las 7 disciplinas que se suelen citar como bellas artes (escultura, pintura, música, danza, literatura, arquitectura y cine), lo cierto es que el valor expresivo que poseen las instantáneas realizadas por los grandes genios de la fotografía hacen que tengamos que replantearnos esa lista y, efectivamente, incluirla en el mundo de las artes.
Por ese motivo, quizás más que por ningún otro, es interesante estudiar un curso fotografia en Madrid y aprender cómo utilizar una cámara para expresar esas emociones, sentimientos y estados de ánimo que, al mismo tiempo, nos hacen humanos y nos distinguen de los demás.
No basta con pulsar un botón
Como todas las artes, la fotografía necesita del conocimiento de una serie de técnicas y conocimientos para poder tomar instantáneas que sirvan para expresar, por lo que no basta con pulsar un botón para lograr tomar una fotografía con un mínimo de calidad.
Así, aunque es posible que cualquiera pueda inmortalizar un determinado momento sin hacer ningún esfuerzo gracias a los teléfonos móviles, hay determinados aspectos de la imagen que es imposible conocer si no se estudian y que, desde luego, son tomados en cuenta por quienes se dedican a la fotografía de forma profesional.
A este respecto y por poner sólo algunos ejemplos, te diremos que la combinación de colores es esencial para expresar según qué cosas, que la composición es tan importante en la fotografía como lo es en la pintura o que un buen conocimiento de la luz hace que sea posible realizar tomas incluso en situaciones en las que podría parecer imposible.
Las cámaras no son fáciles de utilizar si no se sabe cómo
A pesar de que todos estemos acostumbrados a poner el teléfono móvil ante nuestros ojos, visualizar la escena que pretendemos inmortalizar y simplemente apretar el botón, lo cierto es que el manejo de las cámaras profesionales no es sencillo y que no todos estamos capacitados para sacar buenas fotografías con ellas.
De hecho, lo más probable es que si cualquiera de nosotros tomase una entre sus manos y reprodujera el comportamiento que acaba de describirse obtendría unos resultados mucho peores que los conseguidos con su terminal.
En efecto, además de las circunstancias que se han comentado en el punto anterior, los fotógrafos profesionales utilizan el modo manual de sus cámaras para poder controlar ciertos aspectos de la fotografía que, desde luego, no son considerados por la mayoría de las personas.
Para que lo veas claro, te diremos que algunos de esos aspectos son la profundidad de campo, la distancia focal del objetivo que colocan en sus cámaras, la apertura del diafragma de esos mismos objetivos, la velocidad con la que se abre y cierra el obturador o la sensibilidad a la luz que el sensor de su máquina es capaz de recibir.
Es enormemente divertido
Aparte de todo lo dicho, si hay algo que distinga a los estudios de fotografía es que contienen una parte práctica muy importante, por lo que es necesario salir a la calle a fotografiar constantemente.
Por tanto, se trata más de tomar contacto con la cámara y de naturalizar los conocimientos teóricos más que de estudiar densos textos, algo que resulta muy divertido para cualquiera que se decida a emprender este tipo de estudios.
En conclusión, no podemos más que decirte que si alguna vez te has planteado estudiar fotografía no tienes porqué buscar más razones, pues ya te hemos dado las más importantes y estamos convencidos de que muy pronto se convertirá en tu pasión, todo ello sin olvidar que no tardarás en poder ganarte la vida con tu cámara.