OTTAWA (La tarde) – Amnistía Internacional pidió disculpas el viernes (7 de mayo) al crítico del Kremlin, Alexei Navalny, por privarlo de su condición de “preso de conciencia” y dijo que restablecería la designación.
Amnistía anunció el 24 de febrero que ya no se referiría a Navalny como preso de conciencia, alegando que en el pasado había hecho comentarios que calificaban como una defensa del odio.
“Después de una cuidadosa evaluación, Amnistía Internacional decidió reasignar a Alexei Navalny como ‘preso de conciencia'”, dijo la agencia en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters.
Amnistía dijo que el gobierno ruso y sus partidarios utilizaron el fallo del 24 de febrero para violar aún más los derechos de Navalny, un crítico vocal del presidente Vladimir Putin.
El político opositor ruso de 44 años fue arrestado en enero y sentenciado a prisión por violar la libertad condicional que consideraba falsificada.
“Amnistía Internacional ha tomado una decisión equivocada … y se disculpa por los impactos negativos que esto ha tenido en Alexei Navalny personalmente y en los activistas en Rusia y en todo el mundo que luchan incansablemente por su libertad”, dice el documento.
Leonid Volkov, jefe de personal de Navalny, dijo en Twitter que “la capacidad de reconocer errores y seguir adelante es lo más importante que distingue a la gente normal de Putins”.
El gobierno ruso fue cerrado debido a un feriado nacional.
Navalny fue criticado por declaraciones nacionalistas anteriores contra la inmigración ilegal y por participar en una marcha nacionalista anual hace varios años.
Amnistía dijo que había revisado su proceso para nombrar a personas como presos de conciencia y que ya no eliminaría la designación basándose únicamente en su conducta pasada.
“Algunas de las declaraciones anteriores de Navalny son reprobables y no las aceptamos en lo más mínimo … al confirmar el estatus de Navalny como preso de conciencia, no estamos respaldando su programa político, pero resaltando la urgente necesidad de sus derechos”, dijo. .
