El análisis web arroja resultados reales sobre la actividad registrada en un sitio concreto. En no pocas ocasiones, el nombre del dominio es su principal lastre para conseguir mejores resultados económicos. Se analizan los factores más importantes al respecto.
Las características y tipos de dominios permiten seleccionar el nombre más adecuado para cada sitio. Por ello, hay que confiar en una empresa con experiencia en el sector que permita registrar el dominio, disponer del certificado de seguridad SSL y de un buzón de correo personalizado para atender a los posibles clientes o interesados en la propuesta ofertada. Tras seleccionar el nombre, llega el momento de encontrar un buen servicio de alojamiento para garantizar la mejor experiencia posible. Si todo lo ofrece la misma compañía, mejor que mejor. Es importante conocer por cuánto tiempo se adquiere el dominio y cuándo hay que ir abonando los plazos para seguir manteniéndolo.
La importancia de elegir un buen dominio proviene de la usabilidad de esta alternativa. De hecho, el título de la página sustituye a la dirección IP y resulta más fácil de recordar. Junto al nombre aparece la extensión que anuncia el tipo de sitio al que se accede. Así, hay dominios .com con intenciones comerciales, .org sin ánimo de lucro o con la extensión del país de origen. A los anteriores se añaden otros de nuevo cuño como .io (para desarrolladores e ingenieros), .ai (para nuevas empresas o para dominios .com ya solicitados) o .tech para las páginas relacionadas con el sector de la tecnología. Todos los factores influyen a la hora de conseguir el resultado esperado: que el dominio sea fácil de escribir y de utilizar. Lo más frecuente es que se trate o del nombre completo de la empresa o de algún término que identifique su actividad. El empleo de varias palabras provoca que la indexación en los buscadores sea menos adecuada y que la página termine por no tener el posicionamiento más adecuado. Ocurre lo mismo con la extensión elegida. Los buscadores van analizando cada sitio y también la reacción de quienes acceden. Lo que aporta reputación a un sitio es la coherencia del nombre del dominio con la actividad que se realiza. Sorprende conocer que hay más de 1000 millones de páginas web sin atender que se reparten el mismo número de dominios. He aquí por qué resulta tan imprescindible contar con el apoyo técnico suficiente como para no caer en el error de cambiar de alojamiento y perder todo lo ganado en lo que al nombre de dominio respecta.
Así, elegir un tipo de dominio adecuado y una palabra definitoria son opciones que ofrecen un óptimo resultado. Lo más conveniente es contar con un amplio abanico de opciones que facilite la elección de la palabra más adecuada para cada caso. Además, hay que valorar la capacidad de respuesta de la empresa y el tipo de servicio técnico que ofrece antes de tomar una decisión. La combinación de un nombre que se recuerde con una extensión adecuada lleva, directamente, a aumentar el alcance del sitio web correspondiente.