El agua en su estado natural esconde muchos riesgos que ponen en peligro nuestra salud. Por eso es de vital importancia, que el agua deba pasar por una serie de tratamientos antes de su consumo, es aquí donde la Estación de Tratamiento de Agua Potable entra en juego para transformar el agua bruta en una completamente limpia y libre de infecciones que es apta para el consumo humano.
Hay que cerciorar antes de su consumo
Aunque el agua puede tener un aspecto cristalino, fresco y, en conclusión, un agua perfecta para el consumo. La realidad es que, el agua en su estado natural en muchas oportunidades esconde bajo esa cara inofensiva, pero estamos frente a un gran mal de este mundo, como la enfermedad de cólera, la cual ha sido la causante de unas 800.000 muertes a nivel mundial, tal y como lo indican los informes de la ONU.
Para evitar tener un contacto de alto riesgos, los expertos en el tema han desarrollado un exacto procedimiento de potabilización que tiene espacio en las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), donde el agua en su estado natural se transforma a una completamente apta para el consumo, asegurando el buen consumo de este derecho humano esencial en nuestras vidas.
Dentro de ese procedimiento, las estaciones encargadas de su purificación nos encontramos con diferentes fases, iniciando por el acuerdo ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), reside en la recogida del agua desde el medio natural para su traslado a los centros de tratamiento.
La gran práctica en España por la reconstrucción de embalses ha inducido que estas estructuras se conviertan en la importante fuente de “agua prepotable”, donde el agua que no es apta para el humano sea procesada correctamente. Aunque no quiere decir que sean las únicas formas de purificación, además el recurso se puede ser extraído de los ríos, mares e, inclusive, desde el interior de la tierra, donde permanece recolectada en los acuíferos.
Cuando el agua entra en la planta de tratamiento, se puede iniciar el procedimiento de potabilización adecuadamente dicho en la segunda etapa: el pretratamiento. De lo que se fundamenta en esta etapa es de librar al agua de los contaminantes más evidentes, como lo son arena, ramas y otros desechos, haciendo pasar el agua por medio de un detenido con huecos de diferentes tamaños.