Realizar la construcción de una cartera de inversión es muy parecido a la construcción que se lleva a cabo a la hora de hacer una casa. Se necesita emplear diversos tipos de estrategias, herramientas, materiales y diseños. No obstante ¿En qué consiste este sistema financiero? ¿Y de qué manera se puede llevar a cabo la construcción de uno? A continuación, estaremos respondiendo ambas preguntas.
¿Qué es una cartera de inversión?
Básicamente, una cartera de fondos de inversión consiste en una combinación de activos financieros, en los cuales, se encuentra depositada una cesta de activos financieros. La intención de todo esto, es generar una plusvalía. En otras palabras, la cartera de valores es el conjunto de activos en los que hemos invertido dinero de una forma variada.
Los activos en los que hemos invertido, pueden ser de naturaleza fija, en caso de que se inviertan en una renta fija o variable; ahora bien, si la persona decide invertir en activos de naturaleza variable, existen elementos como la bolsa o fondos de inversión, en los que se encuentra la mayoría de los activos financieros. Ahora bien, existen muchos tipos de carteras mixtas o variadas, que pueden estar compuestas de las dos clasificaciones que se mencionaron anteriormente.
Por otro lado, también vale la pena destacar que, al contrario de lo que muchas personas piensan, la cartera no se encuentra compuesta solamente de acciones que ayuden a cotizar la bolsa. En vez de ello, también es posible encontrar toda clase de activos; por ejemplo, puede haber algunos fondos de inversión, divisas, índices bursátiles y hasta materias primas.
¿De qué manera se puede construir una cartera de inversión?
La cartera de inversión debe contar con una estructura que sea capaz de superar la prueba del tiempo, tener un diseño inteligente, una base firme y una combinación sencilla de fondos. Para hacerla, solamente hay que seguir los siguientes pasos.
1. Crear una cartera de núcleo y satélite
Es necesario comenzar con el núcleo central, un fondo de renta variable por parte de compañías que cuenten con gran capitalización. Además, se puede complementar con la ayuda de varios fondos satélite, que podrá ser representado por los porcentajes menores.
2. Emplear categorías distintas en los fondos para la estructura
Si se tiene un fondo de acciones de gran capitalización como núcleo principal, el capital satélite puede invertirse en acciones de mediana o pequeña capitalización; también es posible hacerlo en fondos sectoriales, hasta en los fondos del mercado monetario.
3. Estar al tanto de la tolerancia de riesgo de los inversores
Antes de hacer la elección de los fondos, se necesita tener una idea clara en cuanto a la cantidad de riesgo que es capaz de tomarse. Esta tolerancia de riesgo es una especie de medida para conocer el riesgo de mercado que se puede soportar sin tener que desviar el plan de inversión.
4. Acordar la asignación de activos
El siguiente paso será establecer una asignación de activos para la cartera, lo cual consiste en combinar activos de inversión, en lo que se incluye efectivo, acciones y bonos. Esto pasará a formar parte de la cartera.
5. Elegir los fondos más convenientes
Para llevar a cabo esta labor, se puede emplear algunas herramientas webs, como buscadores y comparadores; estos otorgan la capacidad de identificar fondos por categoría o por tipo de activo.
Como vemos, los pasos para construir una cartera de inversión deben llevarse a cabo de la mejor manera, tal como se haría con una obra de arquitectura. Esperamos que estas sugerencias sean de gran ayuda, y así, puedas sacarle el máximo provecho a esta combinación de activos financieros.