Al tiempo que lo anterior no deja de ser cierto, es también importante reconocer las diferencias de las necesidades de productos específicos en caso de preparaciones domésticas o en caso de necesidades del sector de hostelería y restauración, siendo el segundo caso, el que más requiere de intervención y análisis previo antes de una toma de decisiones, porque no solo estará en juego la capacidad y la practicidad de las preparaciones, sino también el acabado y hasta la calidad de los alimentos preparados, con las consecuentes ventajas o desventajas que ello pudiera tener para cualquier negocio del sector.
Sabido lo anterior, hablar de las freidoras en la actualidad es básicamente hacer una distinción entre sus tecnologías, sistemas o métodos de cocción asociados, y finalmente, considerar las ventajas y las características más importantes que una freidora debe tener.
Tipos de freidoras existentes en el mercado
En la actualidad, hablar de freidoras es hablar de uno de los productos que mayor demanda tiene a nivel global, sobre todo por las denominadas freidoras sin aceite, que representan una gran innovación en el mercado -mayormente enfocadas hacia nichos domésticos-. Sin embargo, como demuestran los hechos y múltiples estudios, las freidoras sin aceite no son freidoras o no pueden ser consideradas como tales, ni por su mecanismo ni por los resultados que logran, sirviendo nominalmente para incluirlas en un listado de tipos de freidoras, pero funcionando más bien como productos de cocina al grill, con vapor de aire caliente circulando en altas velocidades.
Dicho eso, el resto de las freidoras -o todas, en realidad-, utilizan aceite para su funcionamiento, diferenciándose más bien por su método de obtención de energía, ya sea gas o electricidad.
A partir de ahí, la comparación será de acuerdo al enfoque de mercado objetivo o a la utilización que se le piense dar, desde las pequeñas freidoras domésticas -hoy desplazadas por las freidoras sin aceite- y las freidoras industriales o de alto rendimiento, quizás las mejores en cuanto a capacidades, tecnología y prestaciones generales.
¿Cómo elegir freidoras industriales de calidad?
Mientras que elegir una freidora para uso doméstico puede ser sencillo, la elección de freidoras industriales no lo es tanto, en parte, porque las necesidades de un negocio del sector de la hostelería o la restauración pueden ser muy específicas, requiriendo a veces de productos desarrollados o fabricados por especialistas, que puedan fácilmente amoldarse a las demandas de sus usuarios.
Tal es el caso de las freidoras industriales en Ozombo, uno de los proveedores del sector hostelero y restaurador en España más conocidos, con una trayectoria de más de 25 años y donde los equipos para cocinas en el ámbito industrial figuran como parte central de sus productos.
En todo caso, para elegir una freidora industrial se deben tener en cuenta los siguientes criterios:
- Necesidades particulares: siempre se debe partir de un análisis pormenorizado de las necesidades, en cantidad de producción, en tiempo para esa cantidad de producción, o en la unidad de medida que más precisión muestre en los resultados finales. Conociendo la necesidad, se podrá luego enfocar en los productos adecuados.
- Material de fabricación: el material de fabricación más interesante para las freidoras industriales es el acero inoxidable, por ser más higiénico, soportar mejor los cambios de temperatura, y asegurar liviandad y durabilidad. De hecho, debería siempre preferirse, ya que existen otras variantes que incluso pueden aumentar el coste, pero disminuir algunas prestaciones clave, como el aluminio, que solo suma en el apartado de la liviandad.
- Alimentación de la freidora: se debe valorar de acuerdo a la realidad particular de cada negocio, pero las freidoras de gas siempre tendrán más potencia y podrán freír más en menor tiempo que las freidoras eléctricas, siendo estas últimas mucho más innovadoras y seguras, gracias a sistemas integrados que brindan mayor comodidad y confort.
- Capacidad: medida en litros o en capacidad de kilos que puede freír cada determinado tiempo. Cada fabricante expondrá la capacidad nominal de diferente manera, y lo más importante es que dicha capacidad cubra con creces las necesidades del negocio, ya sea una cocina de un hotel, un restaurante o cualquier otro negocio del sector.
- Precios: comprar una freidora industrial es una buena decisión para mejorar el servicio e incluso cubrir las demandas de los usuarios, pero es una inversión considerable. No obstante, teniendo en cuenta todo lo anterior, se pueden realizar comparaciones para ajustar al presupuesto todo lo que sea posible.
Ventajas de las freidoras industriales
- Fácil utilización: las mejores, notablemente permiten optimizar la actividad de freír comida sin necesidad de experiencia para lograr resultados interesantes.
- Seguridad mejorada: freír deja de ser una tarea arriesgada cuando se tienen freidoras industriales, ya que incorporan mecanismos de seguridad en todos los niveles requeridos.
- Limpieza: están fabricadas para un vaciado de aceite y una limpieza fáciles. Incluso, algunas piezas se desmontan y se pueden meter al lavavajillas.
- Capacidad de cocción: en comparación con cualquier otra técnica, las freidoras industriales permiten freír cantidades considerables de alimentos en una sola tanda. Algunas, las de rango intermedio, tienen capacidades de hasta 35 kilogramos por tanda.
- Resultados: por su funcionamiento, garantizan una cocción rápida -hasta un 75% más rápido que friendo convencionalmente- y pareja, garantizando sabor, acabado crujiente y uniformidad.
- Trabajo intensivo: una de las razones para invertir en una freidora industrial, es que pueden trabajar de forma continua sin ningún tipo de problema, ya que han sido diseñadas precisamente para ello.
Llega un momento en un negocio del sector de la hostelería y la restauración donde las actividades se deben realizar con mayor agilidad, con mayor garantía de resultados, de forma que con ello se pueda ahorrar tiempo y dinero. Invertir en una freidora industrial y en equipos especializados para cocinas, es el paso más importante, por su influencia en el resto de los servicios y por las prestaciones que aportan.