La topografía es la ciencia encargada de estudiar y analizar las condiciones de la superficie de la Tierra. Esta labor puede tener un sinfín de usos y razones de ser, por lo que es importante conocer el potencial que tiene para nuestras acciones comerciales. Concretamente cuando nos disponemos a comprar un terreno. Una inversión de estas características conlleva siempre un sustancial desembolso de dinero y, en aras de garantizar que todo responde a la transparencia necesaria, debemos contratar a los mejores expertos en dicha área. Un servicio profesional que, mediante dispositivos de última generación, dará ese halo de luz que necesitamos al hacer este tipo de transacciones.
La importancia de la medición del terreno
Antes de comprar un terreno es importante que sepamos exactamente dónde está yendo nuestro dinero. En este sentido, la empresa Topografia Linderos nos es de gran ayuda, ya que asume la labor de la medición del terreno para determinar con exactitud cuál es la superficie real. De hecho, esta información no suele compartirse por parte del vendedor y, en muchos de los casos, tiende a derivar en un sustancial abaratamiento de la inversión. Motivo por el que contratar a estos profesionales puede derivar en un ahorro de gran envergadura.
Dicha medición se debe llevar a cabo con la más absoluta precisión y es responsabilidad de la empresa de topografía disponer de los mejores dispositivos para ello. Es más, si no se hace de este modo la medición no tendría validez jurídica y podríamos incluso incurrir en ciertas faltas legales. Otro de los aspectos que debes tener en cuenta es que, si la parcela que vas a someter a estudio colinda con otras propiedades, todas las partes implicadas deben estar de acuerdo. ¿Cómo se hace esto? Firmando lo que se conoce como acta de deslinde.
El proceso de medición se basa en la obtención del perímetro, la superficie y la geometría de la parcela. La precisión es casi exacta, teniendo un margen de error de un solo centímetro en cada punto medido. Para ello, se emplean aparatos como los GPS específicos. Además, si el terreno es demasiado grande, compañías como la anterior emplean drones para ir de un extremo a otro con rapidez. Todos estos datos se recogen en formato GML: un archivo electrónico que incluye la información correspondiente a la medición. Algo que agiliza las gestiones ante el Registro de la Propiedad, el catastro o, de cara a la compraventa, las notarías.
Georreferenciación, un trámite esencial
Si bien es cierto que la medición de parcelas es el primer paso para averiguar las condiciones del terreno, debemos acompañar esta inversión económica con la creación de un plano georreferenciado. El objetivo de este documento es el de determinar la posición exacta de una parcela en el mapa. Una información básica de la que debemos disponer tanto por cuestiones comerciales como administrativas, ya que es un archivo que debemos presentar ante el catastro antes de hacer cualquier tipo de obra en el lugar.
Todo plano georreferenciado tiene un sistema de coordenadas UTM, consistente en la proyección de cilindros transversales a la Tierra. Dichos cilindros van generando zonas UTM con una longitud de 6º, determinando así con absoluta precisión la posición exacta de la parcela. Estamos ante un documento de carácter técnico y nos ofrece toda la información correspondiente a la superficie del terreno, sus límites o el espacio en el que vamos a ubicar la obra que tenemos en mente. También es un trabajo asociado a empresas como Topografía Linderos y, por supuesto, se emplean dispositivos de última generación.
Además de las gestiones en el catastro, el Registro de la Propiedad también nos puede obligar a presentar este tipo de planos. Sobre todo en acciones como la segregación de una parcela, la agregación o la agrupación. Del mismo modo, es de utilidad en cuestiones tributarias, sirviendo para calcular el IBI, el IRPF y el Impuesto de Sociedades. Como ves, la topografía es un sector crucial a la hora de comprar terrenos, otorgando claridad a esta inversión.